La esencia de mi trabajo es el equilibrio. La verdadera salud reside en cultivar la armonía. Occidente a menudo intenta convertir el círculo en un cuadrado, mientras que Oriente busca que el círculo sea igual al cuadrado. Para mí, el círculo es un círculo y el cuadrado es un cuadrado, y al mismo tiempo, cada uno puede transformarse en el otro. No hay un bien o un mal absolutos, solo innumerables posibilidades que cambian con cada pensamiento y cada acción.
Por eso equilibro mi práctica física con la escritura. Mens sana in corpore sano: un puente diario entre el cuerpo y la mente, la práctica y la reflexión. La hipnosis sigue el mismo principio. En Occidente se considera una herramienta terapéutica moderna, mientras que en Oriente se reconoce desde hace mucho tiempo como una antigua práctica meditativa. En realidad, es ambas cosas.
La hipnosis trabaja directamente con el subconsciente, al igual que el ayurveda trabaja con el cuerpo sutil (prana, manas, buddhi). Ambos sistemas tienen como objetivo liberar el potencial más profundo para la salud, la armonía y el bienestar.